
Hastiada de la atmósfera que Harrison había creado a su alrededor, Boyd abandonó al Beatle por uno de sus amigos más cercanos, el músico Eric Clapton. Su decisión dejó a Harrison hecho una furia y aunque en los años posteriores intentó mantener amistad con los dos enamorados, quedó profundamente devastado por la traición.

Existe un rumor de que la primera vez que se conocieron fue durante una fiesta en 1974. Se dice que el Beatle le pidió a investigadores privados que revisaran los antecedentes de la secretaria, aún receloso por la traición de su ex mujer.

Ya libres de sospechas, la pareja realizó un viaje juntos a la India y poco después tuvo su primer y único hijo nombrado con la unión de dos notas musicales de la escala india (dah-ni). El matrimonio llegó tan sólo un mes después, en 1978, y posteriormente, los recién casados se trasladaron a una propiedad privada en Friar Park, resguardada de las miradas curiosas por un cartel que decía “Privado: prohibida la entrada” en diez idiomas distintos.

Por si fuera poco, el matrimonio tuvo que enfrentar también una amenaza mortal. En 1999, un hombre perturbado entró en la casa de Harrison mientras este dormía y apuñaló al músico una decena de veces. Olivia presenció la escena horrorizada, pero la adrenalina del momento la hizo reaccionar y rápidamente golpeó al atacante con una lámpara hasta que el hombre quedó inconsciente.

Lamentablemente, ni Olivia ni George podían detener la enfermedad que aquejaba al músico. El cáncer se había esparcido a los pulmones y el cerebro del Beatle, el fin estaba cerca. En 2001, rodeado de su hijo y esposa, Harrison falleció de manera pacífica.
La viuda del Beatle es una creyente de la reencarnación y ha dicho que se siente en comunicación constante con el amor de su vida. Además permanece unida a su fallecido esposo por otro vínculo más físico, ya que al morir, Harrison dejó en manos de su familia una herencia de 154 millones de euros. de10.com.mx