En el “College of Arms” londinense (Oficina para la Heráldica en Inglaterra y Gales) se está debatiendo durante estos días quién tiene derecho a disponer de un propio escudo heráldico.
A diferencia de otros países, en los que no existe ninguna limitación en cuanto a la creación de un escudo familiar, en Gran Bretaña los heraldos reales llevan a cabo un riguroso examen para decidir quién tiene derecho a ello.
Así, por ejemplo, es obligatorio disponer de un título universitario o equivalente, mientras que el haber pasado alguna temporada en prisión implica la tajante exclusión. Además, también se valora si los candidatos se han ganado este privilegio mediante, por ejemplo, su compromiso social.
El que pueda demostrar que en su árbol genealógico existen portadores de escudos heráldicos se encuentra en situación aventajada, tal y como sucede con los caballeros nombrados por la Reina.
No nos ha de extrañar entonces que el ex-Beatle Sir Paul McCartney ya disponga de su escudo heráldico. En él no faltan ni la obligatoria guitarra ni el ave del escudo de Liverpool, la ciudad que vió nacer al músico.
Además, en la parte inferior de la composición se puede leer el título de su conocido álbum Ecce Cor Meum (”He aquí mi corazón”). www.miparentela.com
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