La repentina aparición de una canción en
la que, supuestamente, se escucha cantar por primera vez a uno de los
miembros originales de los Beatles, Stuart Sutcliffe, quien murió hace
casi 50 años, ha constituido no sólo una gran sorpresa, sino que ha
motivado una enorme polémica, ya que la calidad de la grabación es
bastante buena, en comparación con otros registros de la época hechos
por el grupo británico. Es por esto que su autenticidad está en tela de
juicio, a pesar de que ha sido avalada por la hermana del músico,
Pauline, quien autorizó su edición digital, el pasado 20 de octubre.
En la recopilación de 1995, The Beatles/Anthology 1,
consistente en grabaciones hasta entonces desconocidas de la banda de
Liverpool, se incluyeron tres canciones, registradas durante un ensayo,
en mayo de 1960, en las que Sutcliffe toca el bajo: ‘Hallelujah, I Love Her So’, ‘You’ll Be Mine’, y ‘Cayenne’, pero nada se sabía del nuevo tema, ‘Love Me Tender’, que, se cree, fue grabado por Stu, en 1961, como un regalo para su novia Astrid Kirchnerr.
Stuart Fergusson Victor Sutcliffe vio la primera luz el 23 de junio de
1940 en Edimburgo, Escocia, siendo el primogénito de un marinero
protestante, Charles, y una maestra católica, Martha, que entonces
radicaban en Inglaterra. Por presiones de su comunidad, al tratarse de
un matrimonio de religión mixta, la pareja se marchó al exilio
voluntario, pero volvió a su país natal para el nacimiento del bebé.
La familia, que tendría dos hijas más,
Joyce y Pauline, se estableció en el barrio de Huyton, en Liverpool,
donde Charles se empleó en los astilleros de Cammell Laird a orillas del
río Mersey.
La infancia de Stu transcurrió sin
sobresaltos y muy pronto se reveló como una persona muy talentosa. De
niño, cantaba cada semana en el coro de la iglesia protestante de San
Gabriel y a menudo encabezaba la procesión que cargaba la cruz. A los
nueve años tomaba lecciones de piano y tocaba el clarín, y a los 14
recibió como regalo de su padre una guitarra española.
En 1956, ingresó al Colegio de Arte del
puerto donde, al año siguiente, conoció a un muchacho rudo y rebelde
llamado John Lennon, con quien compartió un departamento en el edificio
Gambier Terrace, junto con otro compañero estudiante, Rod Murray.
La personalidad de Stu, sombría,
retraída y misteriosa, estaba fuertemente influenciada por el actor
Zbigniew Cybulski, conocido como el “James Dean polaco”, pero en lo que
más sobresalía era en la pintura, habilidad que desarrolló admirando al
británico John Hoyland, a Vincent Van Gogh y al artista abstracto ruso
Nicolas de Staël, y por la que llegó a ser considerado como uno de los
alumnos más destacados del Colegio de Arte.
Y sucedió que entre el 17 de noviembre
de 1959 y el 17 de enero de 1960 se presentó en Liverpool la Exposición
de la Segunda Bienal de John Moores y uno de los trabajos impresionistas
de Stu, titulado “Cuadro de Verano”, fue escogido para estar en la
muestra, presentada en la famosa Galería Walker. El propio Moores,
deslumbrado por el prometedor creador, adquirió el cuadro (que en
realidad era la mitad de una pintura más grande) a un precio de 65
libras esterlinas.
Casi de inmediato, John Lennon, siempre
escaso de recursos para adquirir instrumentos para su banda de rock, los
Quarry Men, animó a Stu a invertir el dinero en un bajo Hofner
President y lo invitó a unirse al grupo. Los Quarry Men eran apenas una
banda amateur por la que, a lo largo de tres años, habían pasado
distintos músicos. Cuando Stu se unió a ellos, ese mismo enero de 1960,
además de Lennon, el conjunto estaba integrado por dos alumnos del
Instituto de Liverpool (adyacente al Colegio de Arte), Paul McCartney y
George Harrison.
En su calidad de bajista, Stu debutó con
los Quarry Men en el Club Casanova, situado en la planta alta de un
restaurante, en la calle Temple, y en los bailes de los viernes de la
Unión de Estudiantes del Colegio de Arte.
Por sugerencia de Stu, los Quarry Men se
renombraron los “Beatals” (sic) y para su primer contrato formal, el 14 de
mayo, en el Salón Lathom, se cambiaron el nombre a “Silver Beats”.
Durante un breve período se llamaron también los “Silver Beetles” y,
finalmente, debutaron como los “Beatles”, a secas, junto con el
baterista Pete Best, el 17 de agosto, en el Club Indra de Hamburgo,
Alemania.
El 21 de noviembre, George fue deportado
de Alemania por no alcanzar la edad requerida para trabajar, seguido
por Paul y Pete, ocho días más tarde, quienes fueron acusados de haber
intentado incendiar un cine. John permaneció ahí hasta el 10 de
diciembre, mientras Stu se quedó escondido, ayudado por su novia
alemana, la fotógrafa Astrid Kirchnerr, hasta el 20 de enero de 1961.
Luego de reiniciar sus actuaciones con
los Beatles, el 21 de febrero, en el famoso Club The Cavern, en
Liverpool, donde los muchachos habían debutado el día 9, Stu regresó a
Alemania, el 15 de marzo, para asistir como oyente y finalmente
matricularse con una beca, el 31 de mayo, en la Hochschule für bildende
Künste (HFBK), la Universidad de Artes Refinadas de Hamburgo, bajo la
tutela del destacado artista, Eduardo Paolozzi.
Aunque volvió a tocar
ocasionalmente con el grupo durante su segunda temporada de
presentaciones en Alemania, entre el 1 de abril y el 1 de julio, Stu
dejó de ser un miembro oficial de los Beatles tras su ingreso a la HFBK,
la cual permanece hasta hoy como una de las instituciones de la más
alta calificación artística y científica, y su lugar al bajo fue ocupado
por Paul, quien hasta entonces se había desempeñado como guitarrista
junto a John y George.
A finales de agosto, Stu viajó con
Astrid a Liverpool para intentar extirparse el apéndice, que lo molestó
durante algún tiempo, pero al final la operación no se llevó a cabo y la
pareja volvió a Alemania. Antes de partir reveló a sus allegados que lo
aquejaban fuertes dolores de cabeza acompañados de frecuentes
desvanecimientos producidos probablemente por una caída que había
sufrido en Hamburgo.
A principios de diciembre, Stu visitó
Berlín para conocer el muro que recientemente había sido erigido para
dividir la ciudad y regresó a Hamburgo para pasar la Navidad con su
novia.
En los primeros días de enero de 1962,
Stu visitó con frecuencia a dos músicos amigos de los Beatles, el
baterista de Liverpool, Ringo Starr (quien meses después se uniría a la
banda), y el cantante Tony Sheridan, durante sus actuaciones en el Club
Top Ten. Para entonces, los dolores que lo atormentaban eran ya
insoportables, al tiempo que sufría episodios de ceguera temporal o de
convulsiones. Sin embargo, fue sometido a distintos estudios por su
médico de cabecera, el doctor Peter Hommelhoff, quien no logró encontrar
las causas de su padecimiento.
Tras colapsarse durante un concierto el 9
de febrero, Stu volvió a Liverpool, el día 16 para enterar a su
atribulada madre de su estado de salud. En este último viaje al puerto
conoció al nuevo representante de los Beatles, Brian Epstein, quien por
entonces buscaba con afán un contrato de grabación para los muchachos.
El 19 de marzo y el 2 de abril, Stu
sufrió en Hamburgo dos severos ataques con convulsiones y, el 10 de
abril, Astrid, que para entonces estaba comprometida para casarse con
él, en junio, fue llamada de emergencia a su domicilio, donde encontró
al muchacho inconsciente en su cama. Camino a un hospital a bordo de una
ambulancia, Stu falleció entre los brazos de la angustiada joven.
La autopsia, realizada el 13 de abril,
reveló que Stu sufrió de un aneurisma cerebral provocado por una
hemorragia. Su muerte coincidió con la tercera visita de los Beatles a
Hamburgo, donde tocaron a partir del mismo día 13, y ocurrió un año y
medio antes de la explosión del fenómeno de la Beatlemanía, que llevó a sus compañeros a niveles de éxito y popularidad como jamás soñaron.
El cuerpo de Stuart fue llevado a
Liverpool el 16 de abril y enterrado el 19 en el cementerio de la
iglesia en la que cantaba. A pesar de su desaparición prematura, su
influencia sobre los Beatles fue duradera. A él se le debe el “peinado beatle”
por el que los músicos fueron conocidos a nivel mundial, su vestimenta
de cuero negro de las primeras presentaciones y sus trajes Cardin. Los
artistas lo incluyeron en la portada de uno de sus más famosos álbumes, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, lanzado a la venta en 1967.
Aunque a Stu algunos biógrafos le han
concedido pocas cualidades como músico, quienes lo conocieron cuando era
parte de los Beatles han dicho que era un bajista y cantante bastante
competente. El propio Paul McCartney ha reconocido que mantenía cierta
animadversión hacia él, por celos, respecto a su personalidad, a la
posición que mantenía en la banda y por su impacto entre sus
admiradoras.
Entre las canciones que Stu interpretaba con los Beatles, destacaban ‘Matchbox’, de Carl Perkins, y ‘Loving You’, ‘Love Me Tender’ y ‘Wooden Heart’, del repertorio de Elvis Presley. Sin embargo, era ‘Love Me Tender’ su sello y la que más aplausos femeninos le granjeaba, particularmente durante sus actuaciones en Hamburgo.
‘Love Me Tender’ se derivó de una tomada sentimental del siglo XIX, de autor desconocido, titulada ‘Aura Lee’,
que fue adaptada por Ken Darby para su interpretación tradicional por
los coros de los colegios estadounidenses como parte de las clases de
música. Fue el “Rey del Rock”, Elvis Presley, quien la popularizó
después de que la cantó en televisión, en The Ed Sullivan Show, el 9 de septiembre de 1956, y al vender casi un millón de copias por adelantado, cuando la sacó en disco.
El investigador sueco Hans Olof Gottfridsson, autor de The Beatles From Cavern to Star-Club,
clama que desde principios de la década de 1980 sabía de la existencia
de esta grabación en la voz de Stuart y, sin embargo, no la menciona en
su obra, que recopila información sobre los registros musicales de los
Beatles entre 1957 y 1962.
A su vez, Pauline, la hermana de Stu y
encargada del fideicomiso que preserva el legado del artista (los versos
que escribía, sus pinturas, etcétera), sostiene que supo de esta
grabación también en la década de 1980, pero “siempre se me indicó que
permanecía bajo llave, en manos de un coleccionista privado”.
La mujer asegura que ‘Love Me Tender’
fue grabada cuando Stu dejó a los Beatles, en 1961, como un regalo para
su amada Astrid, y existía en un acetato de demostración de la disquera
alemana Polydor, impreso por una sola cara, y en una cinta de carrete.
También menciona que alguna vez se le advirtió que a la canción se le
había agregado una nueva pista instrumental.
Se sabe igual que tras su salida de los
Beatles, Stu pintó de manera prolífica y tocó el bajo con otras bandas
en Hamburgo, como los Bats (Murciélagos), integrados por los
guitarristas Peter Bosch, Ralf Möhler y Rüdiger Neber, así como el
baterista Tony Cavanaugh, a quienes acompañó en distintas presentaciones
entre el 2 y el 9 de febrero de 1962. También escribió algunas
canciones, trabajó en dos películas amateurs producidas en la HFBK, en
una banda sonora y en una novela, Spotlight On Johnny, que dejó inconclusa.
En forma inesperada, en el año 2009 el
fideicomiso obtuvo una copia de la grabación, transferida a disco
compacto, y aunque gastó una buena suma de dinero para averiguar su
origen, “lo único que sabemos de cierto”, indica Pauline, “es que el
cantante es Stuart”.
Los detractores de la autenticidad de la canción, sostienen que ésta se parece a la que se interpreta en la película de 1979, The Birth of the Beatles, y podría ser una toma alterna de esa grabación o de la que se incluyó en la cinta de 1994, Backbeat. No obstante, aunque es muy parecida, un examen minucioso a la versión de The Birth of the Beatles
revela que el punteo en la melodía es hecho con guitarra, mientras que
en la atribuida a Stu, que está más apegada a la interpretación que hizo
Elvis Presley, es con un piano.
El cantante de The Birth of the Beatles, Ed Lineberry, ha asegurado, a su vez, que no es él quien canta esta nueva versión.
Por otra parte, el arreglo, y el tono y el estilo del cantante en Backbeat, Nick Blood, son muy distintos a los del supuesto Stu.
Los seguidores de los Beatles abonan que
el acento nasal de Stu, aunque haya nacido en Escocia, es similar al
acento distintivo de los cantantes de Liverpool, donde él creció, y muy
parecido al de John y George.
Sin duda, la existencia de una grabación de un beatle
fallecido hace medio siglo es posible, y la identificación de la voz,
por parte de su hermana, la autentifica aún más. Pero aunque Pauline
Sutcliffe está convencida de que Stu es quien canta en la grabación, la
gran pregunta es: ¿Cómo pudo reconocer la voz de una persona a la que no
escuchó en 50 años?
Pese a que se critica que Pauline haya
permitido la edición comercial del tema, cuando en el West End
londinense se lleva a cabo con éxito la reposición teatral de Backbeat,
que ha hecho re-emerger la figura de Stu, y ante la proximidad de la
exposición itinerante internacional que arrancará en abril del año
entrante, In Conversation With Stuart Stucliffe, lo cierto es que nunca es un mal momento para escuchar una grabación desconocida de cualquiera de los Beatles. www.siempre.com.mx
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