lunes, 2 de abril de 2012

Enfermo, el bosque de Linda McCartney

El amor de Paul McCartney por Linda ha perdurado con el paso de los años y de los matrimonios. La que fuera su primera esposa falleció de cáncer a los 56 años, el 17 de abril de 1998. Sus cenizas fueron esparcidas por la finca familiar de Sussex (Inglaterra). Desde entonces el músico ha promovido muchas campaña para recaudar dinero para la lucha contra el cáncer y para mantener viva la memoria de Linda, firme defensora del medioambiente. Hace diez años Paul tuvo la idea de levantar un bosque en su memoria con la ayuda de sus fans. Ahora esa zona verde está enferma y los árboles han tenido que ser talados.

Las especies han sido víctima del Phytophthora ramorum, que produce la infección denominada muerte repentina del roble. También causa una enfermedad en las hojas. No hay remedio para parar la plaga salvo quemar las zonas afectadas.

El bosque de Linda bordeaba los 100 acres (40 hectáreas) que la pareja compró en Somerset en 1990. "Algunos de los árboles estaban enfermos y se decidió cortarlos como medida preventiva", dijo Joe Duckworth, una de las autoridades municipales.

La Comisión Forestal anunció en diciembre que tuvo que talar al menos 11.000 árboles infectados cerca de Bodmin en Cornwall para tratar de detener la propagación de la enfermedad. Ya se avisó entonces que la enfermedad podría destruir los robles y otras especies en toda Gran Bretaña.

Sir Paul entregó, hace diez años, el bosque a la Liga en Defensa de la Naturaleza para su cuidado. Sin embargo en 2003, unos vándalos tomaron una motosierra y talaron algunos de los árboles. Linda, fotógrafa de profesión, fue una firme defensora de los derechos de los animales y fundó una exitosa empresa de comida vegetariana.

Los McCartney estuvieron casados 29 años. Cuatro años después de la muerte de Linda, Paul McCartney contrajo matrimonio con Heather Mills. La pareja se divorció en 2008. En octubre pasado el músico, se casó por tercera vez, esta vez con la empresaria norteamericana Nancy Shevell. elpais.com

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