La asistencia al concierto entre los que
estuvieron en la Plaza de la Constitución y calles adyacentes del Centro
Histórico fue de 200 mil personas, que disfrutaron un concierto en el que Paul
McCartney, entregó su arte y genio por casi tres horas: de las 9:00 hasta casi
las 24:00 de este jueves, con una gran banda cuyo sonido retumbó hasta la Plaza
de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Se cumplió el sueño de miles de personas sin
los recursos suficientes para pagarse un recital en un auditorio o estadio del
que consideran uno de los músicos más importantes de la historia.
El concierto del ex Beatle reunió a miles de personas
de la tercera edad, unos excelentemente bien conservados, otros ya no tanto,
que vieron surgir la época de la música popular, del rock, la revolución
sexual, experimentaron con drogas, se volvieron padres y abuelos. Aunque los
primeros en ingresar a la plaza son adolescentes y jóvenes universitarios que
han escuchado a McCartney y a The Beatles en disco compacto, en MP3, o han
comprado sus canciones a través de iTunes.
Personas mayores de 60 años y jóvenes de 20 o
menos edad -literalmente congregó a cuatro generaciones- soportaron el calor, y
la lluvia, comieron lo que prepararon en casa, se cansaron, se sentaron,
sintieron sus pies hinchados, se recostaron en la plaza, se reanimaron cuando
el DJ Chris Holmes comenzó a mezclar canciones de The Beatles, y se les dejó
venir la avalancha de recuerdos cuando McCartney saltó al escenario para
cumplir los sueños de toda una vida.
Sir Paul McCartney hizo historia con tres
horas de legado musical que se plasmaron en los cimientos del Zócalo de la
capital, donde el británico volvió a repetir la hazaña y cantó para más de 200
mil personas reunidas, entre ellas las madres que recibieron un regalo
inolvidable.
Fue una noche histórica que los capitalinos,
foráneos y extranjeros no podían perderse, pues tener la dicha de presenciar un
recital gratuito de una leyenda viviente de la música, que no ocurre muy a
menudo en el mundo y menos en suelo constitucional.
Con una mar de gente y las arterias vitales
del Centro Histórico infestadas por románticos de la década de los 60, el
británico saltó al escenario junto a su banda y su mirada denotó sorpresa,
alegría y adrenalina que seria recompensada durante los próximos minutos.
"Hola D.F, estamos contentos de estar
aquí en el día de las madres", dijo el astro de Liverpool, quien nunca
imaginó sentir el amor de la Urbe de Hierro y al descubrirlo lo retribuyó con
los acordes de "Hello goodbye", "Junior's farm" y siguió el
festejo con "All my loving".
Ataviado con un elegante saco rojo siguió la
celebración para escribir la historia con "Jet", además de invitar a
todo México en su carro con "Drive my car", un tema que detonó el
motor del público y que se apagó hasta entrada la medianoche.
La cara de Paul lo mostró todo, pues nunca
imaginó dejar su huella en la plaza cívica mexicana, pero se dijo estar
"emocionado junto a ustedes en este concierto gratuito".
Después siguió con "The night
before", canción con la cual se despojó de su saco para lucir una camisa
rosa con un par de tirantes negros.
La hazaña del Coloso de Santa Ursula la
repitió al interpretar "Let me roll it" y "Paperback writer",
donde volvió a presumir orgullosamente la guitarra original para grabar el tema
en la década de 1960, junto a John, George y Ringo; posteriormente, hizo lo
propio al recordar su época con The Wings al cantar "1985".
Con "My valentine" impuso un romance
y un sentimiento que no se olvidará, pues estuvo acompañado por una magnifica
ejecución del piano por parte de Macca, quien escribió el tema para su esposa
Nancy.
Al mismo tiempo se proyectó el video
protagonizado por Natalie Portman y Johnny Depp; asimismo recordó a su
fallecida esposa Linda con "Maybe i'm amazed".
Seguramente Sir Paul nunca olvida un rostro y
para demostrar que se llevará en su corazón a cada mexicano reunido interpretó
con su guitarra acústica "I've just seen a face", una joya sorpresiva
que detonó un mar de nostalgia en los verdaderos fans.
"Esta la quiero dedicar a las
mamacitas", dijo antes de cantar "Hope of deliverance" y
"And i love her", la cual seguro llegó al corazón de su esposa Nancy,
quien presenció el concierto desde la carpa central instalada frente al asta
bandera.
"Blackbird" iluminó una noche
insuperable en la capital y dio paso al tributo que el británico hace a su
"gran amigo" John Lennon, "Here today", con la cual el
espíritu del legendario Beatle bajó del cielo para sumarse al momento histórico
y conversar con su fiel amigo McCartney.
Los músicos también tuvieron su momento y el
del baterista Abe Laboriel Jr., llegó con "Dance tonight", en la que
bailó simpáticamente y le robó por segundos el "show" a su patrón, quien
lo reconoció para después encender la plancha del Zócalo con miles de
encendedores al ritmo de "Every night".
La continuación fue épica, pues con "Mr.
Vanderbilt" puso a saltar de manera impresionante a los más de 200 mil
almas reunidas, después entonó "Eleanor Rigby" y finalmente recordó a
su "hermanito" George Harrison, con "Something".
En ese momento, en la pantalla central se
mostró una foto del fallecido Beatle, a quien Paul envió un abrazo fraternal
hasta donde quiera que esté.
La banda corrió tal y como lo dijo Sir Paul
al entonar "Band on the run", para después mostrarse enamorado
totalmente de México: "Ob-da-li, Ob-da-la", que fue interpretada por
el británico al lado de 14 mariachis para ponerle el sabor local a la gran
noche del Zócalo.
Las madres y los cumpleañeros jamás
imaginaron tener una celebración al ritmo de "Birthday", sin embargo,
anoche sonó y esa será una anécdota invaluable, pues la leyenda sesentera les
festejó en vivo y en directo, casi al oído: "Feliz cumpleaños" grito
McCartney al finalizar.
"A day in the life", además de
demostrar la maravilla de la letra se combinó con "Give peace a
chance", lo que demostró un pueblo necesitado de paz y tranquilidad, lejos
de la guerra y la violencia, una oportunidad que la gente gritó junto a
McCartney.
"Let it be", instaló al ex líder de
The Wings en el piano, con el que hipnotizó a los fans, quienes siguieron en
pie para presenciar "Live and let die", que a la mitad de canción
iluminó la Urbe de Hierro con una explosión impresionante de fuegos
artificiales.
Pero sin duda el momento más emotivo llegó
cuando Paul McCartney se sentó en su piano y tocó "Hey Jude", donde
más de 200 mil voces se unieron para gritar el coro "Na,na,na, Hey
Jude", donde la nostalgia y emoción provocó lágrimas y la primer despedida
triunfal del interprete.
Sin embargo aun había más, tras volver
cargando el estandarte mexicano y el británico siguió la velada con "Lady
Madonna", "Day tripper" y "Get back", con la cual
volvió a desaparecer del escenario junto a su banda.
Pero el cierre, igual que las constantes
palabras del ex Beatle hacia su público: "fue a toda madre", pues
"Yesterday" quebró emocionalmente al público, que fue testigo de un
legendario cierre con "Helter skelter", "Golden slumbers",
"Carry that weight" y "The end".
Así, a las 24:00 horas, Sir Paul se rindió
ante las 200 mil almas reunidas y abandonó el escenario, donde su estrella, su
presencia y su legado brillará por siempre, hasta el fin de los tiempos, pues
todos recordarán el 10 de mayo porque un Beatle cantó para México y sus madres:
"Gracias, Sir Paul", dijeron los afortunados. diariocritico.com
Hola, ¡excelente tu reseña! yo hice una pero del concierto en el Azteca, te dejo el link por si gustas pasar a checarla:
ResponderEliminarhttp://warmgunner666.blogspot.mx/2012/05/paul-mccartney-estadio-azteca-8-de-mayo.html
Saludos Enfermos.
Gracias por tus comentarios y tu aporte. Muy buena reseña! Dejaremos tu link para complementar el artículo, y nuestros lectores puedan conocer tu punto de vista sobre el concierto en el Azteca. Saludos!
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