miércoles, 15 de marzo de 2017

George Harrison y su pasión por los autos

Los coches de George Harrison, ex componente de los Beatles, eran la envidia del vecindario en Oxfordshire (Inglaterra). Y no es para menos porque en el garaje de su mansión Friar Park llegó a acumular más de cien juguetes de Aston Martin, Jaguar, McLaren, Ferrari o Mercedes.

No tenía mal gusto el chico este. Solo hay que ver el chalet adosado en el que vivía el pobre, compuesto por poco más de un centenar de habitaciones.

De los cuatro integrantes del conjunto de Liverpool, George Harrison fue el más apasionado por el mundo del motor. Pero no solo coleccionaba deportivos como si fueran cromos, sino que también le apasionaba la competición, especialmente la F1.

George con James Hunt
Tanto es así que asistía con frecuencia a los Grandes Premios del Mundial, donde era habitual verle charlar por el paddock con los mejores pilotos de F1, como Ayrton Senna. Incluso con algunos de ellos, como fue el caso de Emerson Fittipaldi, llegó a trabar una gran amistad.

También con su compatriota James Hunt, uno de los corredores fiesteros del Gran Circo, solía conversar en los circuitos.

George en su Ford Anglia modelo 1955

Uno de los primeros coches de George Harrison fue un Ford Anglia 1955. Viendo el modesto vehículo está claro que se lo compró antes de que llegara la beatlemanía y con ella, los millones. Por aquel entonces su cartera y sus posibilidades todavía estaban muy alejadas del richacón en el que más tarde se convertiría.

Cuando el negocio de la música con sus tres colegas empezó a irles bien, Harrison dio rienda suelta a sus caprichos motorizados. Uno de los primeros se llamó Jaguar E-Type, con el que posó en 1964.

En su Jaguar E-Type en 1964
Como buen británico, el amigo George, siendo ya toda una estrella del rock, se decidió a ampliar su camada con un imponente Aston Martin DB5 1965.

Por otra parte, recuerda que en los años 60 se llevaba mucho la temática psicodélica, como en el caso del famoso Rolls de John Lennon. Y claro, Harrison se apuntó a la moda con un Mini 1966 que aparecía en la película Magical Mystery Tour.

Evidentemente que después de degustar los mejores bocados de su país, el cantante saboreó las delicatessen italianas. Un buen ejemplo de su buen paladar lo constituye el Ferrari 365 GTC 1969.
Aston Martin DB5 1965, de George

¿Y qué te parece el Ferrari Dino 246 GTS que disfrutó desde principios de los 70? Mucho rollito hippie, budista y antisistema, pero este señor vivía como un capitalista de tomo y lomo.

En su minúsculo parking, George encontró espacio para una bestia de la época: el Mercedes-Benz 560E AMG 1986. Por cierto, cuando se cansó de él, se lo cedió a su amigo Jeff Lynne, vocalista y líder de la E.L.O. Ya se sabe que entre camaradas del espectáculo se tienen este tipo de detalles. Ya les digo yo que esas cortesías no son nada habituales dentro del periodismo.

Mini psicodélico que aparece en MMT

Probablemente, el McLaren F1 sea uno de los coches de George Harrison que más nos gustan. Según cuenta la leyenda, lo construyeron los chicos de Woking para él. Siguiendo con los cotilleos, ¿sabías que su ex amigo Eric Clapton, además de conquistar a su esposa Pattie Boyd, también quiso levantarle este deportivo? Cosas de artistas.
Porsche 930 Turbo

Por último, te presentamos el Porsche 930 Turbo, uno de los coches de George Harrison más divertidos de conducir.

Como te comentábamos al principio de este artículo, George Harrison fue un apasionado de los monoplazas y no dudaba en cambiar la guitarra y el micrófono por el casco y los guantes para darse unas vueltas en algún bólido. Aquí le tienes a los mandos de un Lotus 18 del 61 pilotado en Donington 1979.

George piloteando un Lotus 18 de 1961
Ferrari Dino 246 GTC
Fruto de ese amor por la velocidad, también se dejaba caer de vez en
cuando por el Festival de Goodwood. En la edición de 1993 participó con un bicho artesanal denominado Light Car Company Rocket, similar al de la foto. Esa maravilla fue diseñada por el mismísimo Gordon Murray. Para que luego te digan que el dinero no da la velocidad.

Su devoción por la competición le llevó incluso a componer Faster, un tema en el que homenajeaba a sus ídolos de las carreras de F1. www.topgear.es





martes, 14 de marzo de 2017

McCartney lanzará demos inéditos con Elvis Costello

El viernes 22 de abril se celebra el Record Store Day, día en el que las tiendas de discos, los artistas y el público celebran la música a nivel internacional. Y para festejarlo, Paul McCartney tiene planeado lanzar tres demos inéditos que grabó junto al músico británico Elvis Costello y lo más interesante de su propuesta es que el material será vendido en formato cassette.

La producción lleva por título “Flowers In The Dirt – The Cassette Demos With Elvis Costello” e incluye los temas “I Don’t Want To Confess”, “Shallow Grave” y “Mistress & Maid”. Estos demos nacieron durante la grabación del disco “Flowers In The Dirt”, que se relanzará en formato de lujo el viernes 24 de marzo. 

Paul lanzará un cassette exclusivo con 3 pistas de #FlowersInTheDirt para el próximo Record Story Day que se realizará el 22 de abril”, dice descripción promocional del video que puedes revisar a continuación… www.futuro.cl



jueves, 9 de marzo de 2017

Sean Lennon comparte canción que escribió con Carrie Fisher

Sean Lennon ha compartido a través de la plataforma SoundCloud una canción titulada «Bird Song» que compuso junto a la actriz Carrie Fisher. Ambos eran buenos amigos, y de ello da fe el mensaje en Instagram que colgó el hijo del Beatle cuando se enteró de la muerte, el pasado 27 de diciembre, de la mujer que puso rostro a la princesa Leia: «Fue una de las mejores y más cercanas amigas que he tenido en mi vida».

En la nota que acompaña al tema Sean escribe que «Carrie y yo escribimos esta canción hace años». «Cuando murió, sentí que tenía que grabarla. Esto es solo una demostración sin mezclar, solo tuvimos unas pocas horas para grabarlo. Pero las letras que escribió conmigo creo que son maravillosas». Y añade: «Carrie y yo solíamos permanecer hasta el amanecer charlando y pontificando sobre la vida». «Fueron mis mejores momentos», finaliza.

El tema recuerda en algunos momentos a «Because», escrito por su padre, John Lennon, para el disco de The Beatles «Abbey Road». www.abc.es





lunes, 27 de febrero de 2017

Lanzan comic biográfico de John Lennon

Hace tres años se presentó en España, editada por Alfaguara, la novela biográfica de David Foenkinos (París 1974) dedicada a John Lennon (Liverpool, 1940-Nueva York, 1980). Ahora, hace sólo unos meses, Kraken Ediciones presentó su versión en cómic y tapa dura con guión de Córbeyran y diseño de Horne. Que nadie piense en uno de esos tebeos que se pueden leer de una sola sentada, porque la cantidad de información trasladada desde la biografía a estas poco más de ciento cincuenta páginas le da a este cómic una densidad difícil de procesar de un tirón.

El planteamiento narrativo de David Foenkinos en su intento de realizar una “autobiografía” de John Lennon, era ponerle en el diván de una psicoanalista vecina en el edificio Dakota de Nueva York, donde el líder de Los Beatles viviría sus últimos meses de vida acompañado de Yoko Ono y su hijo Sean. Allí en dieciocho sesiones de análisis aparecerá el Lennon que el escritor francés ha rastreado durante toda su vida; un Lennon muy alejado de esa última imagen del hombre pacífico de “Imagine” que transmitía en sus últimos trabajos. La primera confesión imaginada por Foenkinos nos da la primera pista de por dónde irán las sesiones: “Cuando coincidimos en el ascensor me mira usted de una manera extraña, con una neutralidad total. La gente lleva quince años mirándome raro. Ser yo supone no tener delante jamás a una persona normal”.

En alguna entrevista, David Foenkinos decía que él le daba una importancia muy relativa al psicoanálisis, y de hecho, el recurrir a unas sesiones de autoanálisis en su relato, no va más allá de colocar a su personaje ante una confesión sin trampas en lo que sería el final de su vida. No hay ningún intento de realizar un psicoanálisis al uso, sino de poner al protagonista en disposición de contarnos a sí mismo. El Lennon que aparece al final ante el lector es un joven marcado por la ausencia del padre y la obsesión por su madre: “cuanto menos la veía, más la quería. Ahora creo que el amor que uno experimenta es proporcional al que no recibe”; un Lennon bronco, asilvestrado, metido a temporadas en la drogadicción, marcado por la inseguridad permanente, con impulsos violentos, promiscuo, ególatra y un mal padre que desdeñó toda su vida a su primera mujer Cinthya y a su hijo Julian.

También es el hombre enamorado, recuperado y salvado para la vida por Yoko Ono: -“Si no hubiera sido por ella, John hubiera muerto a los veintisiete años”, afirma el autor, que sin ninguna duda absuelve a Yoko Ono de ese pecado fundamental que le han achacado los fans de Los Beatles desde que apareció en la vida de John. El hombre con un sentimiento continuo de culpa que parece encontrar en la vida sencilla familiar de sus últimos tiempos la redención de todos sus males.

Y todo eso contado en las viñetas en blanco y negro con una claridad narrativa que muchas veces se echa en falta en este medio en el que a veces el dibujante y el guionista se dejan llevar por el impulso de hacer otra cosa distinta a lo que es contar una historia con rigor.

David Foenkinos, que declaró que no tenía ninguna intención de que su autobiografía novelada se adaptara al cine, ha acertado de pleno con este cuidado cómic que incitará a más de dos lectores a ir al original. Un acierto muy recomendable. www.eldigitalcastillalamancha.es

sábado, 25 de febrero de 2017

Recordando a George Harrison (1943-2001)

George Harrison nació hace justo 74 años, por lo que los fans han aprovechado este día para recordar su vida y obra. Y es que en las redes sociales se ha podido apreciar una enorme cantidad de sentimientos para el que fuera el gran guitarrista de The Beatles.

Desde los hinchas de todas partes del mundo, así como medios de comunicación importantes como El País (España), The Sun (Inglaterra), NME (Inglaterra), Pitchfork (Estados Unidos), De Telegraaf (Holanda), Le Monde (Francia) y muchos más han sido los principales que dedican sus portadas al llamado 'Beatle Místico'.

Hay que recordar que las cenizas de Harrison fueron esparcidas en el Río Ganges, ubicado en la India. El guitarrista realizó colaboraciones con grandes músicos como Eric Clapton, Roy Orbison, Jeff Lynne, Bob Dylan y más, pero también ha servido de influencia para bandas como Oasis, The Strokes, Arctic Monkeys y muchas más.

George Harrison nació el 25 de febrero de 1943 y se convirtió en uno de los músicos más importantes de la historia del Rock. www.quarterrockpress.com

Recordando a George con algunos videos poco usuales:














lunes, 20 de febrero de 2017

Starr y McCartney, juntos de nuevo en un estudio

Los ex-Beatles Paul McCartney y Ringo Starr han tocado juntos en el estudio por primera vez en siete años. Así informa hoy en su cuenta de Twitter el que fuera batería de la legendaria formación de Liverpool.

Los veteranos músicos, los únicos integrantes vivos de “The Beatles” se reunieron el pasado fin de semana para trabajar en el último álbum de Starr.

Mediante un tuit, acompañado de una foto, Ringo dedicó unas palabras a su compañero McCartney: “Gracias por venir, colega, y por tocar. Gran bajo. Te quiero. Paz y amor“

A esa sesión de grabación de McCartney y Starr se unió también Joe Walsh, exmiembro del grupo estadounidense Eagles. Todo, según una segunda imagen divulgada tambiém por Ringo.

A la fiesta se unió también el productor Bruce Sugar, que trabajó en los últimos trabajos de Starr.

Ringo y Paul ya colaboraron en 2010 para un álbum que grabó Starr, “Y Not“, en el que McCartney tocaba el bajo en el tema “Peace Dream” y cantando “Walk With You“. www.kissfm.es

martes, 31 de enero de 2017

'Savile Row' al día de hoy

La calle Savile Row es mundialmente conocida como el lugar donde se llevó a cabo el último concierto de The Beatles el 30 de enero de 1969.

En ese lugar, la legendaria banda de Liverpool toco en la azotea del número 3 de esa calle.

Después de que comenzó el recital, los vecinos se quejaron del excesivo ruido y llamaron a la policía y así terminaba la trayectoria del ‘Cuarteto de Liverpool’.


Sin embargo, la calle Savile Row, no solamente es famosa por este acontecimiento cultural, sino que pertenece a uno distritos más distinguidos de la ciudad de Londres.

En el distrito de Mayfair, donde se encuentra esta calle, están las mejores tiendas de moda de la ciudad.
Y precisamente en Savile Row es mundialmente conocida por tener las sastrerías más tradicionales y exclusivas del mundo. Incluso es conocida como ‘The Golden mile of tailoring’, la milla de oro de la sastrería.

La calle fue construida en el siglo XVIII y su nombre conmemora a Lady Dorothy Savile, la esposa del arquitecto Lord Burlington. A principios del siglo XIX la aristocracia de la ciudad concedió gran importancia a la vestimenta masculina, donde incluso se dio origen al término de dandi.


Ante este panorama, George ‘Beau’ Brummel, hizo que muchos sastres se concentraran en una sola zona, en Cork Street, y con el paso del tiempo, los sastres ocuparon la calle de Savile Row.Desde entonces Savile Row conserva la tradición y distinción de ser la calle de los mejores sastres.

Cada una de las sastrerías tiene una gran lista de personalidades a las que han atendido o confeccionado al menos un traje.


Entre las personalidades que han pasado por esta calle se encuentran, el Príncipe Carlos, Alberto de Mónaco, Napoleón III, Winston Churchill, Charles de Gaulle. Además de luminarias del deporte y el espectáculo como Fred Astaire, Roger Moore, Muhhamad Alí o Daniel Craig.


Hoy en día, las sastrerías de la calle Savile Row realizan cerca de 10 mil trajes al año y facturan cerca de 30 millones de euros al año. Un traje de Saville Row cuesta entre mil 500 y 3 mil euros, en pesos entre 35 mil a 70 mil pesos mexicanos. www.aztecanoticias.com.mx

jueves, 19 de enero de 2017

Muere Magic Alex

Yanni Alexis Mardas, autoproclamado inventor y experto en seguridad, fue encontrado muerto el viernes 13 de enero en su piso de la calle Kanari, en Kolonaki, el barrio comercial de Atenas. Mardas, que tenía 74 años, sufría de neumonía; su fallecimiento debió ocurrir varios días antes.

Mardas ha pasado a la historia como Magic Alex, un apodo que le colocó John Lennon. Se había introducido en el círculo de los Beatles en 1966, tras poner en circulación su nothing box, una caja con luces que se encendían y se apagaban de forma aleatoria, sin posibilidad de apagarlas, supuestamente un buen complemento para los viajes con LSD.

Hasta entonces, Mardas se ganaba la vida arreglando televisores pero tenía labia y embaucó a los Beatles con sus ideas de desarrollar una pintura que cambiara de color o que invisibilizara cualquier objeto, por no hablar de un sol artificial o un campo de fuerza que rechazara a los intrusos. Algunas ocurrencias, es cierto, se adelantaban a su tiempo: estaba detrás de un teléfono que respondiera a la voz de su dueño y que identificara las llamadas entrantes; también especuló con introducir una señal inaudible que impediría que se pudieran hacer copias caseras de los discos.

Entusiasmados, los Beatles le pusieron a sueldo y, en 1968, le colocaron al frente de Apple Electronics, con el añadido de un paquete de acciones. Estaba en el meollo del pop; a su boda acudieron Lennon, George Harrison y Donovan. Se implicó tanto en las intimidades del grupo que participó en tareas repugnantes, como el encargo de emborrachar y seducir a la esposa de John, Cynthia Lennon; se pretendía que ella no planteara objeciones al inevitable divorcio, tras la llegada de Yoko Ono.

Incluso alentó a que los Beatles compraran una pequeña isla griega, para que materializaran una fantasía juvenil, a lo Guillermo Brown, de los cuatro de Liverpool. Aparentemente, no advirtieron la incoherencia (¡y el peligro!) de pasar largas temporadas viviendo bajo una dictadura de extrema derecha. Mardas aseguraba que nada había que temer: su padre era un alto funcionario de la policía y simpatizaba con los coroneles golpistas.

Inevitablemente, Magic Alex quedó en evidencia. Siempre podía alegar que estaba en fase de experimentación de sus invenciones, pero en 1968 prometió a los Beatles algo muy específico: diseñar un estudio de 72 pistas en el edificio de Apple Corps; el estándar de la industria musical eran las consolas de 8 pistas.

Cuando los Beatles entraron en aquel sótano, descubrieron que nada funcionaba, y eso que el plan original había sido reducido a una máquina de 16 pistas; el estudio ni siquiera tenía aislamiento acústico. Hubo que recurrir al fiel George Martin, bajo cuyas órdenes se instalaron dos eficientes grabadoras de 4 pistas prestadas por EMI. Con todo, Mardas se enquistó en su ficción de que Apple Electronics era una empresa prometedora; sólo fue despedido en 1969, cuando llegó Allen Klein, el implacable nuevo mánager de los Beatles.

Ya en los setenta, Mardas demostró ampliamente que su capacidad para engatusar no se limitaba a las estrellas del pop. A través de Constantino II, depuesto rey de Grecia, ofreció sus sistemas de protección en diferentes países. El entonces príncipe Juan Carlos de Borbón pidió que le blindara un coche pequeño de su propiedad; Mardas fue incapaz de realizar el encargo. Posteriormente, intentó venderle un Range Rover tan acorazado que resultaba difícil de conducir por las carreteras de Mallorca.

Mardas prefería ofertar coches nuevos de alta gama, cuyo precio se multiplicaba gracias a misteriosos procesos que garantizaban que resistirían granadas y proyectiles. Se suponía que detrás de sus negocios, con nombres como Alcom Devices, estaba el Sha de Persia, que adquirió varios modelos. Otros mandatarios fueron más desconfiados. Los guardaespaldas británicos del sultán de Omán pusieron a prueba uno de los Mercedes que Mardas había “protegido”: el vehículo explosionó. Una prueba similar, a petición del rey Husein de Jordania, reveló que no aguantaban una lluvia de balas.

Mardas desapareció en el mundo nebuloso de la seguridad privada y el antiterrorismo. Muy celoso de su reputación, emprendió querellas por difamación contra medios periodísticos en el Reino Unido y Estados Unidos que le retrataban como un estafador; en algún caso, consiguió indemnizaciones y retractaciones, alegando que él nunca había prometido aquellos fabulosos inventos (técnicamente, estaba en lo cierto: fueron los propios Beatles quienes alardearon de sus proyectos). En 2004, sacó a subasta en Christie’s algunos de los regalos de Lennon que conservaba, incluyendo dibujos y una guitarra Vox. Prometió entregar lo recaudado a organizaciones caritativas pero se perdió el rastro del dinero. elpais.com

McCartney demanda a Sony/ATV

Paul McCartney demandó hoy a Sony y ATV Music Publishing por sus derechos de autor en canciones de los Beatles. TMZ publicó documentos en los que McCartney afirma que readquirirá las canciones en 2018, como se lo permite la ley, pero Sony no aceptó transferir el copyright de las canciones (los mismos que una vez fueron comprados por Michael Jackson) sin una disputa legal previa.

Más tarde, un vocero de McCartney pudo confirmarle a Pitchfork que:

“Paul McCartney demandó hoy en la corte federal de Nueva York a Sony/ATV para confirmar su propiedad de los derechos de autor en las canciones que escribió junto a John Lennon y que grabaron con The Beatles. La demanda está en la Corte del Distrito Sur de Nueva York y lleva el número de caso número 17cv363”.

Esto nace por una ley sancionada en 1976, en la que Estados Unidos le permite a los autores de las canciones anteriores a 1978 reclamar los derechos sus obras a sus sellos discográficos después de 56 años. Es decir que en 2018, McCartney podría tener los derechos, solo dentro del territorio de Estados Unidos y sólo su mitad de las composiciones junto a Lennon. Por su parte, una vocera de Sony declaró que "estamos desilusionados que haya realizado la demanda que creemos que es innecesaria y prematura". www.indiehoy.com | www.adnradio.cl

George Harrison, en vinilo

El catálogo completo de George Harrison será re-editado en vinilo, a propósito del cumpleaños número 74 del ex Beatle.

Serán 13 los álbumes que integrarán este box set que será lanzado el próximo 24 de febrero, un día antes de que el fallecido artista hubiese cumplido años.


Desde "Wonderwall Music" y "Electronic Sound", discos que lanzó estando en The Beatles, hasta el álbum póstumo "Brainwashed" de 2002 estarán presentes en la edición.

Además de los discos, la colección incluirá una serie de fotografías inéditas del músico en formato de 12 pulgadas.

La celebración por el aniversario de Harrison también se reflejará en el lanzamiento de una edición extendida de su biografía de 1980 "I, Me, Mine". www.cooperativa.cl







viernes, 30 de diciembre de 2016

Maureen Cox (04.Ago.1946 - 30.Dic.1994)

 Maureen "Mo" Starkey Tigrett (nacida como Mary Cox; 4 de agosto de 1946, Liverpool, Inglaterra - 30 de diciembre de 1994, Seattle, Washington, Estados Unidos) fue la primera esposa del baterista de The Beatles, Ringo Starr. Se casaron en 1965 y se divorciaron en 1975. La pareja tuvo tres hijos: Zak, Jason y Lee.

Nació en Liverpool, hija única de Joseph Cox, un camarero asistente, y Florence Barrett. Abandonó la escuela a los 16 años para desempeñarse como peluquera. Sus más cercanos, la llamaban "Mo".

Maureen concurría con mucha frecuencia al Cavern Club, donde The Beatles ensayaban a menudo. Allí conoció a su futuro novio, John Brynne, del grupo de Rory Storm and The Hurricanes, una banda en la cual también había estado Ringo Starr en la batería. Maureen y el batería se conocieron y fueron solamente amigos, ya que Ringo estaba comprometido para ese entonces con Geraldine McGovern. Para finales de 1961 Ringo y Gerry se separaron poniendo punto final a sus compromisos. En 1962 Johnny y Maureen también decidieron romper. Desde ese momento Maureen puso todo su empeño en conquistar a Ringo Starr, sin embargo, fue Paul McCartney el primer Beatle que Cox besó. 

Una noche, una amiga la retó a que no se atrevería a pararse a la salida de los camerinos y besar a Paul; pero como Maureen era determinada lo hizo haciendo que su amiga se enfureciera y se fuera. Entretanto, Cox esperaba a que Ringo saliera ya que a ella le parecía que él era el mejor. Cuando por fin lo vio también se le tiró encima y lo besó como mejor pudo. Un par de semanas más tarde vio a Ringo dirigiéndose a su coche. Maureen corrió hacia él solicitándole un autógrafo y felicitándole por su unión a Los Beatles. Justo cuando se estaba yendo, Maureen copió en un papel el número de la la matrícula del automóvil recordándola hasta el día de su muerte. Poco después, Ringo la vio en la fila para entrar en el Cavern Club cuando él se dirigía al mismo lugar para actuar con Los Beatles. Se le acercó para conversar un rato con ella y le preguntó si quería ir a bailar más tarde.

Después de bailar, Ringo le preguntó a Maureen si quería salir con él, ella estuvo de acuerdo pero le dijo que tenía que estar en casa a medianoche como toda una cenicienta. Comenzaron a salir juntos regularmente y decidieron mantener su relación en secreto para evitar el enfado de las fans, pero de igual forma ellas lo descubrieron todo. Maureen siguió yendo al Cavern Club a ver las actuaciones de Los Beatles, pero cada vez se fue tornando más y más peligroso para ella ir a ese lugar. Así lo recordaba Maureen Cox en 1967: "Las muchachas solían esperar alrededor del Cavern Club durante casi todo el día, sólo para conseguir poder verlos de cerca. Ellos solían tocar un rato en la sesión del mediodía, y luego las chicas se quedaban afuera toda la tarde haciendo cola para poder entrar nuevamente por la noche. Ringo y yo una vez pasamos por ahí cerca de la medianoche y ellas ya estaban haciendo cola para el día siguiente. El objetivo era lograr alcanzar las filas más próximas a la tarima y así poder ver a Los Beatles bien de cerca. Nunca hice cola hasta 2 ó 3 horas antes de que el club abriera. Me daba miedo. Las mujeres que estaban en la cola se peleaban entre sí. Cuando las puertas se abrían las que estaban primeras entraban como un rayo para evitar ser empujadas y pisoteadas por las que venían atrás. Entraban con los rulos puestos y en jeans para ver a los primeros grupos, pero cuando se acercaba la hora en que saldrían Los Beatles iban en grupos de 4 a los baños para cambiarse y arreglarse de pies a cabeza. Así que cuando Los Beatles salían a escena, las chicas lucían como si acabaran de llegar, obviamente se morían por que alguno de los chicos se fijaran en ellas y así conseguir conocer de cerca por lo menos a uno de ellos. Era realmente terrible la locura causada por ellos, los gritos y el estado de excitación que Los Beatles generaban era indescriptible".

Cierto día, cuando Maureen esperaba a Ringo dentro de su automóvil, una chica se le acercó y le preguntó si era la novia de Ringo. Maureen lo negó, pero aquella empezó a gritarle a que saliera del coche a pelear o de lo contrario le rompería la cara. Maureen inmediatamente subió la ventanilla, temiendo por su vida. 

La vida de Cox estuvo en riesgo una vez que las fans se enteraron de que estaba saliendo con Ringo. En una ocasión casi la matan y regularmente era golpeada por las muchachas. En septiembre de 1963 Ringo invitó a Maureen a unas vacaciones en Grecia junto a Paul McCartney y su novia Jane Asher durante tres semanas. Maureen se fue sin el permiso de sus padres ya que tenía miedo de que estos no la dejaran ir, pero de todas formas se enteraron más tarde cuando leyeron en los tabloides británicos donde estaba su hija. 

El padre de Maureen, Joe Cox declaró en 1964: "Realmente no fue una sorpresa para mi esposa y para mí enterarnos de que ella estaba del otro lado del mundo. No había ninguna diferencia entre si le dábamos o no permiso porque ella se iba igual. Maureen era una muchacha muy sensible e independiente y se sabía cuidar por sí sola". 

Aunque no era muy querida por las fans, Cox respondía las cartas que recibía Ringo Starr, sobre todo las de sus admiradoras femeninas. Los familiares de las fans también escribían agradeciendo la gentileza que tenían al responder las cartas de sus hijas. Su noviazgo finalizaría por un tiempo en 1964, justo desde que Los Beatles comenzaron a hacerse cada vez más y más famosos. Cuando Ringo fue operado de las amígdalas ella lo visitó en el hospital reanudando así su noviazgo. Fue allí en el hospital donde Ringo le propuso matrimonio y ella aceptó. En diciembre comenzaron a vivir juntos y en enero, Maureen descubrió que estaba embarazada de un mes. A la edad de 18 años la noticia la dejó estupefacta. Cuando se lo dijo a Ringo, éste se lo tomó a la ligera pero como quería cuidar su imagen con los Beatles, insistió que se mantuviera en secreto hasta que anunciaran su boda. 

Richard Starkey Jr. y Mary Cox se casaron el 11 de febrero de 1965 en el Caxton Hall Registry Office en Londres a las 8:00 am. El padrino fue Brian Epstein y la recepción fue en la casa de Brian. Su primer hijo, Zak nació el 13 de septiembre de 1965 seguido de Jason el 19 de agosto de 1967 y Lee el 17 de noviembre de 1970. 

La primera canción en Apple Records en el catálogo de los Beatles fue una grabación privada especial cantada por Frank Sinatra como un favor a Ringo Starr como regalo cumpleaños número 22 de Maureen en 1968. Sammy Cahn reescribió letras de Lorenz Hart en "The Lady Is a Tramp" y personalizó el tema acerca de Maureen (que era una gran fan de Sinatra). Sinatra grabó la canción en Los Ángeles, y sólo unos pocos ejemplares fueron copiados antes de que la cinta original fuera destruida. Ringo sorprendió a Maureen con el sencillo, el 4 de agosto de 1968. Todas las copias sobrevivientes del disco se cuentan entre los artefactos más valiosos de los recuerdos de Beatles/Sinatra. Una copia de mala calidad de la canción comenzó a circular en los círculos de coleccionistas. Ahora está disponible en discos piratas varios. En una entrevista de 2005 con Andrea Gardner en WMGK Radio en Filadelfia, el ex gerente comercial de The Beatles, Peter Brown, describe ampliamente su papel en conseguir que Sinatra haga la grabación. Cahn toca el piano mientras Sinatra canta las letras adaptadas. Son los dos únicos intérpretes de la canción.

El matrimonio se llevó bien por un tiempo. Maureen siempre esperaba despierta a Ringo cuando éste se encontraba fuera trabajando en los estudios de grabación para hacerle su comida a la hora que fuera. Ringo era muy hogareño y disfrutaba de Maureen y los niños, pero pronto él se aburriría de todo y para cuando nació su hija Lee en 1970 el matrimonio ya estaba en problemas. Maureen fue una auténtica fan de Los Beatles. Fue ella quien bordó con lentejuelas los trajes del "Sgt. Pepper", además de participar en el respaldo vocal de "The Continuing Story Of Bungalow Bill". 

Cuando Los Beatles se separaron en 1970, también lo hizo el matrimonio Starkey. Las infidelidades de Ringo iban en aumento cada vez más y su alcoholismo se convirtió en un gran problema. Para poner las cosas peor, en 1972 cuando los Starr fueron de visita a la casa de George y Pattie HarrisonGeorge confesó lo mucho que amaba a Maureen. Las malas lenguas dicen que este fue el inicio de la ruptura de los matrimonios Harrison y Starr. A pesar de todos los problemas que el matrimonio encaraba, Maureen no se quería divorciar.

Tras una serie de complicaciones en el matrimonio y de rumores de infidelidad por parte de ambos, Maureen no quería el divorcio. Pattie Boyd, en su libro Wonderful Tonight, menciona una relación entre su esposo de entonces George Harrison y Mo, que sucedió en la misma casa de los Starkey en la cual estaban las dos parejas reunidas. Finalmente, el divorcio se hizo efectivo el 17 de julio de 1975.

Después del divorcio, Maureen se fue dedicando de lleno a sus hijos sin perder el contacto y las buenas relaciones con su ex esposo, con quien siempre fueron buenos amigos. A principios de los años 80, conoce a Isaac Tigrett, dueño del Hard Rock Café y del House of Blues fame. Sin embargo, Mo y Ringo Starr decidieron intentar retomar su relación, pero fue en ese periódo en donde Ringo conoció a la que sería su segunda esposa Barbara Bach. Maureen volvió con Isaac y tuvieron una hija juntos: Augusta King Tigrett, nacida el 4 de enero de 1987 en Dallas, Texas. Dos años después, contrajeron matrimonio, el 27 de mayo de 1989 en Mónaco.

La nueva Sra. Tigrett dijo en una ocasión que le había tocado madurar inmediatamente después de su divorcio de Ringo Starr, acordando estar en paz consigo misma. Parecía que las cosas le irían muy bien a partir de entonces, pero lamentablemente no fue así. En la inauguración de "House Of Blues" en California, Maureen Cox de repente se desmayó. Lo que al principio se diagnosticó como una leve anemia, pronto se convirtió en una forma de leucemia llamada Mylodisplasia. Fue inmediatamente internada en octubre de 1994 en el Fred Hutchinson Cancer Research Center, en Seattle WA. Allí los médicos hicieron todo lo que estaba a su alcance para salvarle la vida, pero perdió la batalla.

Maureen falleció un día como hoy a los 48 años, a causa de complicaciones del tratamiento para la leucemia que padecía, el 30 de diciembre de 1994. Ella había recibido recientemente la médula ósea de su hijo Zak. Sus cuatro hijos, su madre, su esposo Isaac Tigrett y su ex esposo Ringo Starr estaban a su lado cuando ocurrió el deceso. Ringo quedó muy afectado por su muerte. Paul McCartney en memoria de Maureen, escribió la canción "Little Willow", que aparece en su álbum de 1997 Flaming Pie, para dedicársela a sus hijos. es.wikipedia.org | anecdotariodelrock.blogspot.mx

Video con el que Ringo se despide de Carrie Fisher

Ringo Starr se despidió de Carrie Fisher, la actriz que murió el martes pasado, a los 60 años. El ex-baterista de The Beatles se sumó al listado de famosos que dejó un mensaje para homenajearla.

En su cuenta personal de Twitter, el músico publicó un video tributo protagonizado por ellos dos.

"Dios te bendiga Carrie Fisher. Paz y amor a su familia, amigos y legión de fans", escribió el ex Beatle.

El clip data de 1978 y recrea un tema de los hermanos Sherman que fue un éxito en la versión de Starr: "You're Sixteen (You're Beautiful And You're Mine)". www.losandes.com.ar | youtube.com

domingo, 13 de noviembre de 2016

Threetles: la última vez que estuvieron juntos

Siempre recordaré aquella brumosa, nebulosa y fría mañana de Birmingham, a comienzos del mes de diciembre de año año 2001. Iba a entrevistar a Paul McCartney, que estaba en dinámica promoción, como siempre, del décimo segundo álbum en solitario, el extraño “Driving Rain”. Paul estaba en Birmingham, porque le habían hecho un programa especial allí, específicamente para la BBC.

George Harrison había muerto unos días antes. Con exactitud, el 29 de noviembre. Precisamente, en la casa de Paul, en Los Angeles. Paul se la había comprado a Courtney Love, por capricho de sus segunda esposa, la esquiva Heather Mills. Cuando se separó de ella, se la regaló como parte del acuerdo del divorcio y Heather la vendió en cuanto pudo. Decía que aquella casa estaba maldita.

Maldita o no, George Harrison había recalado allí, con sus íntimos amigos “hare krisna”, Das y Goswamique constantemente rezaban por George en sus últimos días. ¿Donde morir mejor anónimamente, sino en casa de su amigo Paul?. Su esposa Olivia no había tenido más remedio que hacerse con los servicios de un “gurú” de las estrellas , que estaba acostumbrado a solucionar ese tipo de papeletas de cara a una muerte anónima.

Le pregunté a Paul si fue allí, en Los Angeles, donde le vio por última vez. Y me contestó que no, que quiso dejarle morir en paz con su hijo, su esposa y sus gentes religiosas. Me dijo que, en realidad, la última vez que había estado con George había sido en una suite de un hotel de Manhattan, en un largo almuerzo, a la que acudió también Ringo Starr. Pasaron unas tres horas maravillosas. Fue algo como la ULTIMA CENA DE LOS TRES BEATLES.

Su esposa Olivia cuenta que cuando George fue ingresado en noviembre en un hospital en Staten Island ,en Nueva York, George sabía que estaba muy cerca de la muerte. Le dijo a Olivia que quería despedirse de la gente que había sido importante en su vida, incluida su hermana Louise con la que no se hablaba y….. Paul McCartney. Sí, porque las relaciones con el bajista de los Beatles habían sido muy negativas, repletas de conflictos legales y de falta de entendimiento. Con Ringo, en cambio, mantenía una gran amistad y se veían a menudo.

Pero, sobre todo, George con lo que no quería morirse era con el sentimiento de que alguno de sus queridos Beatles se quedaran con cualquier tipo de resentimiento. Sobre todo, porque John Lennon, antes de ser asesinado, no le dirigía la palabra por culpa de su autobiografía “I me mine” , en la que hablaba despreciativamente de John.

Paul McCartney voló desde Londres a Nueva York , un 11 de noviembre. La cita era con George en un hotel de Nueva York, a la que acudiría también Ringo Starr. Con todas las familias.

El inseparable doctor de George, el profesor Gil Lederman contó que aquel lunes 12 de noviembre del 2001, en Manhattan, fue un día absolutamente feliz. Justo 17 días antes de la muerte de George. Cuenta el médico que rieron, recordaron y se emocionaron de todo lo que habían vivido juntos.

Tras el almuerzo. George pidió que todas las familias salieran de la suite . Quería quedarse a solas con Paul y Ringo. Paul me contó que se cogieron la mano y durante más de una hora no se soltaron . Para Paul fueron minutos maravillosos de fraternidad, de humildad y, sobre todo, de amor entre los tres Beatles. Para Paul todas las diferencias que habían tenido se esfumaron como humo por las rendijas de las puertas de aquella habitación.

Paul me contó que hablaron como tres auténticos hermanos. La conversación empezó con aquellos días de Hamburgo, las drogas, la religión, John y todo lo que vivieron juntos. Paul me contó incluso que llegó a llorar. Mientras me lo contaba, a mí se me puso un nudo tremendo en la garganta e incluso se me escaparon algunas lágrimas. Paul acabó:

“ERA LA DESPEDIDA DE UNA FAMILIA”.

Esa fue la última vez que los tres Beatles supervivientes estuvieron juntos. Hoy se cumplen 15 años y parece ayer. Por lo menos, a mí me lo parece, cuando lo recuerdo. www.plasticosydecibelios.com

domingo, 30 de octubre de 2016

"George era un apasionado de la música mexicana": Olivia Harrison

La productora de origen mexicano Olivia Harrison, viuda de George Harrison, aseguró que además del amor que se profesaban, entre las grandes pasiones que compartía con el guitarrista de The Beatles, era la música mexicana, de ahí el interés de ambos por ver películas del país.

En entrevista con Notimex, en el marco de la 14 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, Olivia detalló que sus abuelos nacieron en Guanajuato, por lo que su papá cantaba música mexicana, y su esposo tuvo la osadía de grabarlo en el estudio, entonando temas como "La feria de las flores", de Chucho Mongue, pero que hiciera famoso Jorge Negrete y Antonio Aguilar.

"George (Harrison) estaba muy enamorado de México, de su música sobretodo, entonces, empezamos a ver películas mexicanas y él se sentaba con su guitarra y tocaba junto con Los Panchos. Disfrutaba y entendía la música a través de los acordes y sentimientos", resaltó.

Olivia se dijo fiel admiradora de la música y el cine nacional, artes que están ligadas profundamente con el misticismo, creencia con la cual se identifica porque sabe que George, "su eterno amigo", siempre está con ella, aún y cuando físicamente no lo vea.

"Esa es una cuestión muy mexicana y así es como me siento, por eso, cuando falleció George, quise hacer un documental sobre su vida. Otras personas ya se me habían acercado para hacerlo pero fue a través de amigos y asociados, que me dijeron que por qué no le pedía a Martín Scorsese que hiciera ese material".

Y así fue, la productora y embajadora de The Film Foundation, creada en 1990 por Scorsese, se acercó al reconocido cineasta estadounidense.

"Por supuesto ese era un sueño, pero él se interesó en la vida de George. Este material, que hoy presentamos, se hizo a lo largo de cinco años a partir de nuestros archivos familiares y los de The Beatles Company".

"Lo que intentamos fue contar la historia sobre los retos de su vida y le pusimos 'Living in The Material World' (Viviendo en un mundo material), porque es el nombre de una de las canciones de George", compartió.

El largometraje, hasta el día de hoy, sólo se ha visto en Estados Unidos a través de HBO, pero próximamente estará disponible para todo el mundo en formato DVD.

"Es un documental que provoca muchos pensamientos; invita a la reflexión. George fue un hombre complejo, de orígenes muy humildes y logró un éxito increíble, la cinta realmente habla del viaje de este hombre", señaló.

"Hemos tenido una respuesta enorme porque es una película muy honesta. Mi hijo, Dhany, también me ayudó mucho, estamos muy felices porque nos permitió abrirnos y abrir todos los lados de la vida de George, la brillante e incluso la parte oscura", concluyó. www.elsiglodetorreon.com.mx

jueves, 13 de octubre de 2016

LEGO se une al aniversario de Yellow Submarine

A partir del próximo 1 de noviembre saldrá a la venta la versión de Lego de The Beatles con el tema de la canción “Yellow Submarine” esto con motivo del 50 aniversario del disco.

La canción fue escrita por John Lennon y Paul McCartney, pero interpretada por Ringo Starr y grabada en los famoso estudios de Abbey Road y el álbum se lanzó al mercado el 5 de agosto de 1966.

El Yellow Submarine de Lego tendrá un costo en el mercado de 60 dólares y podría ser el mayor atractivo de la empresa para las ventas de fin de año.

El producto es una colección especial conformada por figuras en miniatura de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, así como un set dedicado al Yellow Submarine, y también una figura del personaje Jeremy Hilary Boob. tiempo.com.mx



Unos desconocidos Beatles en España, en 1963

George y Paul con Astrid Kirchherr
Era mayo de 1963 cuando un grupo de amigos visita Tenerife. Lo hacen a Puerto de la Cruz. Aquellos desconocidos eran The Beatles. Eran turistas.

Pasarían por estudiantes de Liverpool. Perdidos. Fueron usuarios del alquiler vacacional en Los Realejos, donde se quedaron en una casa de una isla donde esta gente no llamaba la atención cuando ya llevaban tres trabajos publicados. La casa era gratis. Prestada por un alemán amigo del grupo.

Estuvieron transitando por las zonas de la isla que comenzaba a ser un destino para el turismo exigente. Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison hicieron lo típico. Lennon estaba en Benidorm.

Lago Martiánez y El Charco fueron testigos de la silenciosa visita de aquellos cantantes que alucinaban porque a nadie llamaba la atención la presencia del grupo. Que los canarios no supieran de ellos lo podían comprender por cuestiones como el idioma. Aunque tampoco por la cultura musical que tienen los isleños. Pero, extranjeros como ellos, les parecía extraño.

Surgió hasta mal humor entre los integrantes del grupo y se ofrecieron a actuar gratis. Ni así. Generaban ruido, a juicio de los dueños de algún local, que percibía en su música demasiado riesgo para su clientela. PaulMcCartney casi se ahoga por bañarse sin conocer las corrientes de alguna zona sin vigilancia.

No estaban aburridos. Formaban parte del circuito del turismo; pero usando una casa conseguida por Astrid Kirchherr y su entonces pareja Klaus Voormann, que hicieron algunas fotos curiosas de su estancia en Canarias. A estos alemanes les conocieron en un concierto celebrado en Hamburgo.

Acabaron quemados por el radiante sol canario aunque les gustaba la arena negra de Puerto de la Cruz. Estuvieron en Izaña y el Teide. En Canarias, en aquella época, se celebraban corridas de toros. Y The Beatles estuvieron en la plaza que entonces funcionaba en la capital tinerfeña. De Tenerife, fueron a Agadir (Marruecos). www.abc.es



domingo, 9 de octubre de 2016

McCartney rinde tributo a Lennon en festival "Desert Trip"

Un festival como el que reúne en Coachella, California, a seis de las mayores leyendas del rock de los sesenta, aspira a crear momentos irrepetibles que duren años. El primer día del festival Desert Trip, The Rolling Stones regalaron uno de esos momentos al tocar Come Together, de The Beatles. En la grada, Paul McCartney lo celebró como un fan más. “Ayer los Stones tocaron una canción nuestra”, dijo McCartney el sábado, durante su turno en el escenario. “Vamos a tocar una de ellos. Es el primer éxito que tuvieron en Inglaterra. Lo escribimos John y yo”. Entonces tocó I Wanna Be Your Man. La historia de esa canción es tal cual como la contó McCartney.

Pero el gran momento de la segunda noche de este festival no fue ese, sino ver juntos en el escenario a los dos artistas de la noche, Neil Young y Paul McCartney, tocando dos canciones de John Lennon. Empezaron con A Day In The Life, el monumental cierre del disco Sgt. Pepper’s, y acabaron con Give Peace A Chance con el enorme recinto de Coachella cantando a coro. Lennon triunfó en este homenaje a los sesenta tanto como su compañero. Después, tomaron una canción menor del catálogo beatle como Why don't we do it in the road, que sonó como un cañón.

Young había hecho el número de apertura de este concierto, en el que la generación de los sesenta en EE UU se está dando una especie de fiestón de despedida. El espectáculo de Young empezó media hora antes que el de Bob Dylan el día anterior. De esa forma, consiguió un magnífico efecto con el atardecer rojo del desierto de Coachella. Las primeras frases de After The Goldrush sonaron por sorpresa, con Young sentado al piano y el sol cayendo sobre las palmeras. Después, Heart Of Gold, igual de sencilla y emocionante. Young es uno de los pocos artistas de los sesenta que conserva una voz característica, inmediatamente reconocible, y puede con sus propias canciones como el primer día. El sábado en el desierto, esa voz nasal y afilada sonó estremecedora.

El público de baby boomers norteamericanos que han venido a revivir por última vez en directo la música de su juventud fue transportado instantáneamente por Young a los años sesenta. El atardecer, las palmeras, la luna del desierto, la armónica y una camiseta que decía “el agua es la vida” crearon un momento mágico en Harvest Moon. Neil Young arrasó. Hizo olvidar que Dylan y los Stones habían estado en ese escenario el día anterior.

Young terminó con dos demoledoras interpretaciones de Down By The River y Rockin’ In The Free World. En la grada sur, a la derecha del escenario, un abuelo en silla de ruedas animaba con el puño en alto sobre su cabeza. Señoras con evidente dificultad para levantarse hacían un esfuerzo para seguir con el rock en el mundo libre mientras la guitarra de Young atronaba. Esta no es la última vez solo para los artistas, también lo es para los fans que crecieron con ellos. Fue un show de dos horas magnífico.

Paul McCartney cambió el escenario de arriba abajo para adaptarlo al complejo montaje con el que ha salido de gira este año. McCartney calienta su espectáculo con música de The Beatles. En un momento dado, sonó el riff de Revolution, se oyó un suspiro colectivo y todo el recinto se levantó de su asiento. Solo era el disco. No había salido sir Paul a tocar y la música de The Beatles ya estaba obrando su magia.

Hace un par de décadas que McCartney abrazó su papel como superviviente del mejor grupo de la historia. McCartney es, como decía él mismo en una entrevista con EL PAÍS, “lo más parecido a los Beatles que la gente puede ver”. El poder de esa música y de esa leyenda sigue arrastrando masas por todo el mundo 47 años después de su último disco y con dos miembros del grupo muertos. El sábado, en el contexto de un homenaje a los sesenta, él era The Beatles. Le bastaron las tres primeras canciones de su actual espectáculo (A hard day’s night, Jet y Can’t Buy Me Love) para poner al público a sus pies. Nadie tiene un catálogo igual.

Mientras meta suficientes canciones de los Beatles en su espectáculo, McCartney puede tocar lo que quiera. Muchas canciones empiezan a estar fuera de su capacidad vocal a los 74 años. Pero nadie puede irse decepcionado de un espectáculo donde puedes ver al beatle tocando Let It Be, Hey Jude, Helter Skelter o la suite final del disco Abbey Road. Asientos vacíos en la grada el día anterior, incluso del artista anterior, se llenaron solo para verle a él.

Al festival Desert Trip le queda un tercer día. La despedida correrá a cargo de Roger Waters y The Who, otros dos artistas que retienen, pasados los 70 años, un enorme poder en directo. “Vuelvan mañana”, dijo Neil Young al público antes de despedirse. “Roger va a construir el muro (The Wall) y vamos a hacer grande a México otra vez”.  cultura.elpais.com

Las diferentes casas de John Lennon

Lennon vivió una vida compleja de activismo social buscando privacidad en casas donde escribió las letras de sus famosas canciones

Mendips, en su natal Liverpool.
En Mendips, la casa de George y Mimi Smith, fue donde John Lennon vivió la mayor parte de su infancia y adolescencia. Donde vivió la era pre-Beatles.

John Lennon se mudó a Estados Unidos en 1971 junto a su segunda esposa Yoko Ono, y jamás regresó a vivir a su tierra Inglaterra.

Edifico Dakota, en New York.
La primera casa de Lennon fue el apartamento estilo Gótico del Siglo 19, ”The Dakota”, ubicado en la calle 72 y Central Park West, uno de los edificios más buscados por celebridades para residir allí.

De acuerdo a Business Insider, Lennon y Ono se mudaron a su apartamento en el Dakota en 1973. Siete años después, el 8 de diciembre de 1980, Lennon fue asesinado justo en el pórtico de entrada del edificio a manos de un fan, momentos después de que el cantante le había firmado un autógrafo.

Villa Bird, en Los Angeles, California.
Además del apartamento en Nueva York, el ex-Beatle compró otras propiedades menos conocidas o famosas que su primera casa, entre ellas se encuentra la villa conocida como “Bird” por estar ubicada en las colinas privadas de las calles con el mismo nombre, en el 8818 Thrasher Ave, de Los Angeles, California. Según el listado de priceypads.com, la propiedad de 419 metros cuadrados fue construida en 1965, tiene 4 habitaciones, 4 baños, piscina, y spa.

Un año antes de su muerte Lennon decidió comprar la que es conocida como su última propiedad en Long Island, New Jersey.

Cannon Hill, en Long Island, New Jersey.
Según longislandpress.com, la última casa del cantante era una mansión al estilo Tudor, ubicada en el barrio de Laurel Hollow hacia el Norte de Long Island, conocida como “Cannon Hill” por tener un cañón justo al frente del jardín, aislada al final de la calle con salida al mar.

“Tenía más de una docena de habitaciones con tres pisos, incluyendo la habitación principal con un balcón que ofrecía vistas espectaculares a la bahía”, según relatara Fred Seaman, el asistente personal de Lennon, en su libro “Last Days of John Lennon: A Personal Memoir”. Cuenta además que “Tenía hasta una pequeña playa, con un muelle privado. John quería comprar un bote, así que esta era la casa ideal”.

Lamentablemente el cantante no pudo disfrutar de esta casa por mucho tiempo. Un año después de comprarla, Lennon fue asesinado al regresar del estudio de grabación en donde acababa de grabar su último álbum “Double Fantasy”.

Yoko Ono sigue viviendo en el mismo apartamento en Nueva York, junto con el piano blanco en el que compuso sus últimas melodías. www.viveusa.mx | gigantesquedesaparecen.blogspot.mx

John Lennon, inmortal

John Lennon, el chico creativo de Liverpool, para muchos el alma de The Beatles, cumpliría ahora 76 años si aquel trágico día de 1980 un fan armado con una pistola no se hubiera cruzado en su camino.

Su talento, su legado, sigue poniendo banda sonora a nuestras vidas e inspirando al mundo de la música. Temas como 'Imagine', 'Jealous Guy' o 'Baby please dont'go' son tarareados a diario, manteniendo al hombre de pelo alborotado y gafas redondas más vivo que nunca.

Pésimo conductor, en parte por la miopía que tenía, era un apasionado del café y el único componente de The Beatles que no era vegetariano. Fue Elvis Presley quien le inspiró para dedicarse a la música, aunque también confesó que le hubiera gustado formar parte de los Monty Python.

Compositor, dibujante, escritor y productor, se reinventó una y mil veces a través de sus letras, sin dejar de luchar por las causas justas. Su tema 'Give peace a chance' se convirtió en un himno contra la guerra de Vietnam.

El alma atormentada de Mark David Chapman arrebató al mundo de la música a uno de sus mayores genios. Quería pasar a la historia como 'el hombre que mató a John Lennon' y su perversa hazaña acabó con el artista, con el hombre, pero no con su leyenda, no con su arte. www.lasexta.com

jueves, 1 de septiembre de 2016

McCartney participa en evento privado de Hillary Clinton

La candidata para la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, realizó una recaudación de fondos privada hace un par de días, y en este evento estuvo Paul McCartney. El ex Beatle tocó en el evento con la banda de Bon Jovi y el músico Jimmy Buffett, además de donar $25.000 dólares a la campaña de Clinton.

‘Jet’, ‘Can’t Buy Me Love’, ‘Lady Madonna’ y ‘Hey Jude’ fueron las canciones con las que Paul complació a los asistentes del evento y dejó clara, una vez más, cuál es su postura política. www.radioacktiva.com | www.youtube.com