El primero de los dos espectáculos brindados en Brasil por el ex Beatle Paul McCartney llevó al delirio al público que colmó hasta el último sitio el estadio Engenhao y conquistó también a la crítica, que calificó de "histórica" su presentación.El concierto, que se prolongó por más de dos horas y media, se inició con la popular canción "Hello, Goodbye", seguida de "Jet", del grupo The Wings, y de otro clásico de los Beatles, "All My Loving".
McCartney arrancó los primeros aplausos entusiasmados al saludar en portugués al público de 45.000 personas, que llegó a pagar hasta 700 reales (unos 434 dólares) por una entrada.
"Vale la pena, al final esta podría ser mi última oportunidad de ver a Paul McCartney", dijo a DPA Alessandro Tiberio, de 35 años.
El público brindó además un espectáculo aparte. Los fans del ex Beatle se llevaron al Engenhao globos de gas y equipos con luces brillantes, además de cientos de carteles con la sílaba "na", que fueron exhibidos cuando McCartney entonó "Hey, Jude" y sorprendieron al propio artista: "Uau, estos carteles 'na, na, na' son geniales".
Durante el espectáculo, Paul homenajeó a los dos Beatles fallecidos cuando entonó su canción "Here Today", que escribió en memoria de John Lennon, y luego cuando presentó "Something", de George Harrison.
Al final del espectáculo, cerrado con "Sgt. Pepper's Lonely Heart Club Band", McCartney agarró una camiseta de la selección brasileña de fútbol que le lanzaron desde las gradas con el número diez y el nombre MacCa en la espalda: "Ahora soy de la selección brasileña, ¡es oficial!", festejó.
Los críticos fueron unánimes en considerar que el show de este domingo fue incluso más memorable que el que brindó McCartney en el estadio Maracaná, hace 21 años, y se preguntaban hoy si el ex Beatle será capaz de superarlo en su segunda y última presentación en la ciudad brasileña, que tendrá lugar en la noche de hoy lunes en el mismo Engenhao, destacó DPA. eluniversal.com
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