martes, 27 de enero de 2015

Entrevista a Ringo Starr y su concierto en Colombia

Las nuevas bandas de hoy escuchan a los Beatles, y eso es realmente volver a la música, siempre pienso que estamos volviendo a la música que hicimos en los años 60 y por eso somos sus portadores”. Así se define hoy Ringo Starr, el baterista del cuarteto de Liverpool, que sostiene su apostolado de ‘paz y amor’.

Esas palabras no son una píldora ácida remanente de la psicodelia, sino su principio de vida. En pleno siglo XXI, Starr lo promueve con su fundación, Peace & Love –junto a la de David Lynch–, en una campaña para curar el estrés y los traumas de veteranos de guerra y mujeres víctimas de violencia, a través de la meditación.

Tal vez esa sea la razón principal para que al saludo “¿Cómo estás?”, Ringo, a sus 74 años, responda a través del teléfono: “Estoy en Los Ángeles, California, y mi vida es maravillosa”.

En medio de la promoción de esta gira por Suramérica, el músico, que estará en concierto en Bogotá el próximo 6 de marzo, le dio a EL TIEMPO unos minutos para hablar de la All-Starr Band, que lo acompaña; del significado de la vigencia de los Beatles e incluso de esa dualidad que siempre se ha planteado con los Rolling Stones y el rock británico.

Pese al carisma que todo el mundo recuerda de Ringo, desde la disolución de la banda no es asiduo a dar entrevistas en las que salten preguntas incómodas, como qué piensa de Yoko Ono o por qué se separaron los Beatles; biografías publicadas, como la del escritor Alan Clayson, no han contado con su aprobación.

¿Por qué los Beatles fueron lo que fueron y por qué siguen siéndolo, tantos años después?

En palabras de Ringo: “Creo que tenemos que recordar que los Beatles tuvieron una gran carrera porque sus discos eran muy buenos, memorables, y siguen siendo relevantes hoy (...). Somos los portadores de eso y pienso que nuestras canciones son universales”.

“Por eso –agrega– seguimos (refiriéndose a Paul McCartney) haciendo 'Hey Jude', yo sigo haciendo 'With a Little Help From My Friends', así como 'Photograph' (posiblemente su más grande éxito en solitario) y parte de mis canciones propias. Por eso seguimos”.

Esa complicidad con el bajista, y su único compañero sobreviviente del cuarteto, está latente.

Paul sabe que él es uno de los mejores, es genial en eso, tiene la misma actitud que yo para seguir, por eso tocamos y nos divertimos”, agrega Ringo.

¿Realmente los buenos?


Entre 1962 y 1964, cuando los Beatles se convirtieron en un suceso y conquistaron América con sus trajes de corbata angosta y sus ‘pelucas’, era común verlos como ‘los buenos muchachos’ y a los Rolling Stones, como los malos del paseo.

Pero en una conversación de EL TIEMPO con el primer mánager de los Rolling Stones, Andrew Loog Oldham, este afirmó que “si en ese momento pusieras a los Beatles en una pelea física con los Rolling Stones, ellos ganarían”, y que hubo una ingeniosa fabricación de su imagen de buenos por Brian Epstein: “Sabía las reglas de juego para llevar a los Beatles a la televisión, y decidió que debían llevar uniformes (...). Para que hubiera habido un contrato con los Rolling Stones, debía haber Beatles primero”.

Al respecto, Ringo sostiene que “todo eso no tenía que ver con los Beatles ni los Rolling Stones, o Keith (Richards) o Mick (Jagger). Todos nos conocíamos, pero eso (de los buenos y los malos) fue lo que corrió en la prensa. Nunca nos peleábamos entre nosotros, nos gustábamos y nos apoyábamos. El primer éxito de los Rolling fue escrito por Paul y John”, recuerda, refiriéndose a 'I Wanna be Your Man'.

Sin embargo, para el exbeatle hay una diferencia clara: “Nosotros realmente tumbamos más puertas para que nuestra música fuera escuchada que lo que tuvieron que hacerlo los Stones”.

Solo estrellas


Ringo vendrá a Bogotá con su grupo, la All-Starr Band, que creó en 1989, pero que estrena alineación nueva casi todos los años. Y el juego de palabras es justo: suele ser una reunión de estrellas.

Hoy, la All-Starr Band cuenta con Steve Lukather (de Toto), Gregg Rolie (teclista de los mejores años de Carlos Santana y, luego, de Journey), Todd Rundgren, de Nazz, Utopia y The New Cars; el bajista Richard Page (de la banda Mr. Mister), el saxofonista Warren Ham y el percusionista Gregg Bissonette (de la banda de David Lee Roth). Y, a riesgo de sonar como una agrupación de versiones, interpretan canciones de todas estas bandas.

“He mantenido este grupo reunido por tres años, usualmente lo renovaba cada año. Amo a quienes están conmigo, la forma en que tocan, las canciones. Puedo decir que vamos a tener una gran fiesta en Colombia”, sostiene, e incluso la califica: “Pienso que es la mejor alineación desde la primera, de 1989, cuando teníamos a Dr. John, Levon Helm, Billy Preston y Joe Walsh”.

Simplemente Ringo


Habiendo hecho parte del cuarteto que ha simbolizado la música popular en los últimos 55 años, Starr nunca lo tuvo fácil. Y mucho lo han criticado los escépticos anti-Beatles durante años por su supuesta falta de nivel. En la cultura de los rankings, no faltan las comparaciones con percusionistas virtuosos del rock como Neil Peart (Rush) o Mike Portnoy (ex-Dream Theater).

Ese fantasma lo persiguió personalmente, siempre y en varios episodios. Por ejemplo, cuando el productor George Martin decidió reemplazarlo en la grabación del que fue el primer gran éxito de los Beatles, 'Love Me Do', por el baterista escocés Andy White. De hecho, la primera toma la hizo Pete Best, en junio de 1962, y luego la segunda Starr, ya como baterista oficial del grupo, el 4 de septiembre de 1962, pero cuentan que se adelantaba mucho al llegar al coro, y por eso Martin tomó la decisión de hacer una tercera sesión con White, siete días después, que quedó consignada en el fonograma.

Otro de esos momentos fue contundente en el principio del fin de los Beatles, cuando, después del 'Álbum blanco', Starr decidió dejar la banda en medio de una depresión y ante la sensación de que no era lo suficientemente bueno.

“Pensé que no tocaba bien, que los otros tres (Lennon, McCartney y Harrison) se sentían felices y unidos y que yo no encajaba en el grupo”, reveló Ringo en una entrevista, por lo que se refugió en Cerdeña, donde recibió una carta firmada por los demás en la que le pedían que volviera y le decían que era el mejor baterista del mundo. A partir del reencuentro, grabaron el álbum 'Abbey Road' (1969).

Otro punto de vista señala a Starr como un pionero. En un mundo que no parecía diseñado para zurdos, creó su propio estilo al aprender a tocar la batería en un set de tambores y platillos que era para derechos, y al final terminó influyendo a otros bateristas a seguir ese mismo camino.

Y tenía que hacerlo de forma rápida y potente, sin pensarlo tanto. Una de las normas que les imponía Martin al entrar al estudio era no desperdiciar cinta y evitar repetir tomas. Es por eso por lo que, por ejemplo, el famoso solo de batería de Starr en 'The End' (en 'Abbey Road') se grabó en una sola toma.

Los entretelones de la mayoría de esos momentos intensos de grabación quedaron registrados en las compilaciones 'Anthology' (1 y 2), como aquel episodio en el que, al finalizar 'Helter Skelter', la canción más roquera de los Beatles, Ringo exclamó: “¡Tengo ampollas en los dedos!”.

La carrera de Ringo en solitario ha sido prolífica, así no haya sido tan destacada como las de los demás Beatles. Desde su álbum 'Sentimental Journey' (1970) hasta 'Ringo 2012' (de hace tres años), son 17 trabajos en estudio, de los que se desprenden algunos éxitos como 'Photograph'.

Una referencia suya a Colombia, en los años 70, no cayó muy en gracia entonces. En su canción 'No No Song', de su álbum 'Goodnight Vienna' (1974), contaba abiertamente que una amiga le había llevado marihuana de Colombia y que “ella me decía que era la mejor del planeta, pero no, no, no, yo ya no fumo”. Luego, la letra se refiere en los mismos términos a ‘la cocaína de España’ y ‘el whiskey de Tennessee’.

Más allá de los excesos de otros tiempos, en los que Ringo estuvo envuelto, pero ya está limpio, promete un concierto lleno de emociones: “Pienso que todo el mundo sabe quién es Ringo, él ama a su audiencia y su audiencia ama a Ringo (...). Quien no esté listo para pasar un buen momento, que no vaya a verme. Nos divertimos mucho. Nunca he estado en Colombia, pero siempre he sentido en Suramérica que saben cuál es el sentido de divertirse”. www.eltiempo.com

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